¡Qué envidia, yo quiero ir a Canarias!
Eso, en un hotel con vistas al mar, y poder ver el cielo y el horizonte... pasear entre los dragos y las palmeras... y los plataneros, tomar el sol en bañador en una piscina de agua límpia y transparente.
Pero ojo, ¿Como es que en Canarias también hay dislexia? Con lo lejos que está... La dislexia no conoce las fronteras, ni políticas, ni naturales, y afecta a un porcentaje de población bastante elevado, estamos hablando de una importante masa social.
Que tengáis éxito con el proyecto.
viernes, 23 de noviembre de 2007
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