Dicen que todo se pega menos la hermosura y maldita sea parece que es verdad.
Mi motocicleta, de la que estoy enamorado, tiene problemas. Al dar al acelerador llega a 5000 rpm, luego parece como si no le llegase la gasolina y da la sensación de que se para. En ocasiones, si el terreno es cuesta a bajo sobrepasa sin problemas las 6.000 rpm y es que me gusta apretarle la oreja.
Bien, la he llevado a reparar y me he gastado lo que no debía en ella. Le han cambiado las membranas de los carburadores pero... ahora no llega a las 5.000 rpm por más que retuerza el mango del acelerador. Si aprieto más le saco jugo seguro, como a un limón.
Mi motocicleta no tiene ninguna enfermedad. Tampoco está trastornada, no está loca, así que pensando en cual sería la mejor solución para este problema de velocidad he consultado a los "expertos moteros".
Manuel, me dicen, tienes que cambiar los cilindros, los pistones y los segmentos, cuestión que con la mano de obra alcanza los 2.000 euros. Me muero, yo no puedo pagar eso para finalmente seguir teniendo una motocicleta de 473 cc.
Ahora resulta que mi motocicleta tiene dislexia "evolutiva" y la reeducación me va a costar lo que me va a costar, debido a que no supe ver el problema en su momento. He invertido horas y horas de clases, y disgustos, y acelerones, y patadas de arranque para nada, incluso le dí una colleja y un par de tortas de las que me arrepiento enormemente ya que no es culpa suya, es mía por ciego.
Señores. Lo principal:
A) PRECOCIDAD en la detección del problema.
B) CORRECCIÓN en la definición, no sea que nos reparen los frenos de delante cuando el problema son los de detras.
C) ADECUACIÓN de los medios, y digo más, de todos los medios para que la reeducación sea correcta.
Estoy convencido de que así podré sobrepasar los 130 km/h.
jueves, 13 de noviembre de 2008
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