¿Quién no conoce a los personajes mecánicos de la trilogía de La Guerra de las Galaxias?
Yo he de reconocer que por los nombres no. No se si se llaman P2P3, o PO2P, o… bueno he de reconocer que no tengo memoria para estos nombres.
También en el terreno de la literatura me ha sucedido creer leer un nombre de un personaje y llamarlo así de mal, hasta el fin del libro. Esto sobre todo me ha sucedido con personajes de nombres extranjeros. Es el caso de Old Shatterhand, personaje principal de novelas como: “La Venganza de Winnetou”, de Karl May, al que siempre llamé Saterland. Cada vez que leía su nombre.
La dislexia, al igual que muchas Dys, puede incluso llevarnos a situaciones graciosas pues al hablar de cine o de libros con algún compañero, estás temeroso y preocupado por no decir adecuadamente el nombre y… bueno son cosas que pasan.
La prosopagnosia, es decir la dificultad a la hora de reconocer rostros, quizá también tenga relación con encontrar un nombre para el rostro pues me sucede mucho a la hora de reconocer al actor o actriz, que no se darle nombre.
Yo he de reconocer que por los nombres no. No se si se llaman P2P3, o PO2P, o… bueno he de reconocer que no tengo memoria para estos nombres.
También en el terreno de la literatura me ha sucedido creer leer un nombre de un personaje y llamarlo así de mal, hasta el fin del libro. Esto sobre todo me ha sucedido con personajes de nombres extranjeros. Es el caso de Old Shatterhand, personaje principal de novelas como: “La Venganza de Winnetou”, de Karl May, al que siempre llamé Saterland. Cada vez que leía su nombre.
La dislexia, al igual que muchas Dys, puede incluso llevarnos a situaciones graciosas pues al hablar de cine o de libros con algún compañero, estás temeroso y preocupado por no decir adecuadamente el nombre y… bueno son cosas que pasan.
La prosopagnosia, es decir la dificultad a la hora de reconocer rostros, quizá también tenga relación con encontrar un nombre para el rostro pues me sucede mucho a la hora de reconocer al actor o actriz, que no se darle nombre.
Mis padres, que vieron mucho cine en su juventud, sabían, en su especial inglés, el nombre de todos los que actuaban, Gar Gable, Richar Wilmar, Gene Keli, Yinyer Royers, y tantos más. Yo me marabillaba de esto ya que jamás recordé un puñetero nombre, ni siquiera de aquel que hacía claqué y que me caía tan bien.
La cuestión: que con la dislexia la memoria, mal, ya véis. La "lecto-facilio", leer lo que no está escrito, peor. Y recordar los nombres de los actores, peor aún si cabe. A lo que debemos de añadir las situaciones en las que cabe el riesgo de quedar como estúpidos.
1 comentario:
Hola Manuel, leo tu post y no puedo hacer otra cosa que sonreir. Me es muy grato saber que no soy la única que les pasa esas situaciones, es decir no soy "un bicho raro". Aunque mis amigos saben de mis problemas, todavia me siento mal cuando me pasa y aunque intento disimular y les dijo sonriendo "esto es mi dislexia", por dentro siguen estando los fantasmas del pasado.
En este ultimo año he leido muchos comentarios de dislexicos adultos y es increble cuantas cosas podemos tener en común los dislexicos, a parte de los problemas de lectura.
Buenos "Gracias por estar ahí".
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