martes, 9 de marzo de 2010

Todos somos Román de la Calle.

Desde hace un par de días, en Valencia se dió la noticia de la dimisión del director del MuVIM, Román de la Calle debido a que desde la Diputación Provincial exigieron la retirada de unas fotografías en las que aparece Francisco Camps y otros, en pleno caso "Gürtel". Hoy comentaban también en T.V. sobre la manifestación de un grupo numeroso de personas que apoyaban a Román de la Calle, y desde mi humilde Blog quisiera adherirme a este hecho.
Algunas personas llevaban pancartes en las que se podía leer "todos somos Román de la Calle".
Román de la Calle además de los innumerables títulos académicos, ha sido mi profesor. Es una gran persona. Recuerdo mi primer día de Facultad a las 8 de la mañana de un día frío y lluvioso, en mi primera clase. Román de la Calle entró en el aula y comenzó a hablar. Yo me quería morir, después de muchos años sin estudiar, hacer el acceso a la universidad para no enterarme de nada me resultaba muy duro, estaba demasiado asustado. Sentía que me quería ir del aula y que allí no hacía nada.
Pasó el tiempo y la verdad es que me fue muy bien en los estudios, y pese a que la asignatura de Román de la Calle me resultó francamente difícil la saqué con buena nota.
Román siempre ha estado dispuesto a escuchar y pese a que muchos alumnos se acercaban a él con "zarandajas", jamás se vió un mal gesto por su parte, todo lo contrario. Estamos hablando de uno de esos profesores, personas especiales de las que te encuentras muy pocoas en la vida.
Se habla del Partido Popular y de sus dirigentes, y de lo que sucede con Cuba, país en el que no existe la libertad de expresión. ¿Acaso lo estamos haciendo mejor nosotros?. En España, en Valencia, donde debería de imperar la Libertad, con mayúsculas, vemos que los políticos no resisten sus propias responsabilidades y sin desear juzgar a Francisco Camps, que de eso ya se encargará otro... y Dios, vemos que desean ocultar aquello que fué imagen, noticia y una realidad vivida por todos.
Aparte de todo, me mueve el cariño hacia este magnífico profesor, que siempre, cuando me he cruzado con él ha tenido una palabra amable y correcta, y un especial apretón de manos. Hace poco fué condecorado por el Gobierno Francés en el instituto Francés de Valencia por su trabajo, vamos que no estamos ante una figura del deporte.
Yo, también soy Román de la Calle.

4 comentarios:

Jambo Bwana dijo...

Manuel:
Siempre resulta admirable leer lo que escribes. Tu alegato en favor de Ramón de la Calle, a quien no conozco, resulta extraordinario. Con qué ligereza los medios de comunicación crucifican o elogian a las personas a las que ponen en el punto de mira. ¡Es demasiado habitual esto del periodismo carroñero!
Yo no conozco a Ramón de la Calle pero, en esta ocasión, yo tamibén soy Ramón de la Calle.

Jambo Bwana dijo...

Donde decíamos Ramón, queríamos decir Román. ¡Y eso que yo no soy disléxico!

Manuel, esbama dijo...

Un abrazo.

Anónimo dijo...

La verdad que la ayuda de los profesores es muy importante , yo siempre suspendia todo , pero un dia llego un profesor al que realmente le gustaba enseñar y sabia como hacerlo , yo le recuerdo con gran cariño por que me ayudo , me dedico tiempo y fue la unica asignatura que aprobe, no con mucha nota , pero lo aprobe mientras estaba con este profesor , recuerdo que en los exsamenes , se sentaba ami lado y cuando me veia dudar me hacia preguntas de otras cosas y sin saver como me hacia saver la pregunta del exsamen , no es que me la dijera , ay no se como explicarlo , pero lo que decia el apollo de un buen presor es indispensable . Un saludito :)