lunes, 25 de octubre de 2010

Saliendo del armario.

La comunidad homosexual se ha manifestado por y para erradicar la palabra TRASTORNO del entorno en el que viven. Han recogido firmas en contra de la patologización de la homosexualidad y el lesbianismo. Esto está bien... y malo es que algunos líderes políticos digan que es un trastorno psíquico, y además... un pecado.

El tratamiento de patología viene parece ser del CIE-10 y del DSM IV-R, curiosamente donde también encontramos cuestiones familiares respecto a la dislexia. Y ya he dicho en algún momento que no podemos dar esto por válido, primero por la lejanía, y por otro lado, por la duda razonable de que la sociedad norteamericana esté afectando a estas definiciones.

Hoy con relación a esta "diferencia" sexual, y quiero recordaros que diferentes somos todos, cada uno tiene su propia sexualidad, hemos avanzado mucho. Mucho.

Años atrás en España y otros países avanzados, los electro-shocks eran habituales como tratamieno, ¿pero de qué?

Yo no voy a defender nada respecto a si es algo psíquico o químico... pero desde luego me agrada el esfuerzo de este colectivo de personas que si tienen claro que no son enfermos.

Muchos homosexuales han salido del armario y ahora defienden perfiles de vida que jamás hubiesen pensado hace años. Poder vivir, adoptar, casarse, heredar, y hacer lo que "todos hacemos", sin necesidad de esconderse por ser perseguidos. Ha sido un avance social que ya muchos países quisieran tener.

Espero que con la dislexia algún día podamos decir eso mismo: que no es una enfermedad, que no requiere de tratamiento, que no hace falta diagnóstico y que simplemente se hable de inhabilidad para leer y escribir, como la de muchos para dibujar, saltar o correr; que en lugar de tratamiento hace falta un método distinto de educación, que aprender aprendemos y quizá mejor que otros; y que en lugar de diagnosticos médicos, simplemente se detecte esa falta de habilidad para que de inmediato "se pongan en marcha 'esos' mecanismos" de los que las Altas Entidades Educativas hablan pero que jamas vemos los padres ponerse en marcha. Ni tan siquiera una puta beca...

Yo recuerdo de niño mis "electro-shocks" particulares, cuando no me entraba la tabla de multiplicar, era aquello de que la letra con sangre entra, maldito Don Rafaél. También yo, como verdugo, la insistencia y los golpes sobre la mesa cuando le decía a mi hijo que cabar es con uve y no con be... ¡cómo me pesa en el corazón!.

¡Debemos salir del armario!.

2 comentarios:

Diamante dijo...

Magnífico como siempre Manuel, el caso es que entre nuestro colectivo el salir del armario es bastante mas dificil, lo sabes bien, por que la inmensa, inmensísima mayoría, nisiquiera saben que son disléxicos...

un saludo

Anónimo dijo...

Ahora que creía que había salido ya del armario, voy y me doy cuenta desde hace poco que creo estar metido en otro... muy fuerte para uno que ya tiene una edad.