jueves, 20 de diciembre de 2012

Y siguen diciendo que no...


Es increible... pero está claro que no me prepararon para esto de la dilexia, ni me advirtieron de nada.

Soy profesor, y sin embargo, disléxico... pero vaya, no hay problema alguno... el problema surge cuando eres profesor y no eres disléxico, y además piensas en que la dislexia es una "COSA" transitoria. El problema lo tenemos todos cuando ese profesor, en este caso profesora de lengua castellana, no tiene el más mínimo conocimeinto de qué es la dislexia. Ahí está el problema.

Evalúan a nuestros hijos personas incapaces, inhábiles e inadecuadas, que no se han preocupado por tener una mínima formación al respecto, y además, son tan prepotentes y asquerosamente chulescos que no escuchan los consejos de quienes en teoría si conoce de cerca la dificultad de la que hablamos.

Pregunto, ¿como un profesor se atrevería ha suspender a una persona ciega por no hacer una buena caligrafía o no saber donde cojones poner los puntos de las I, o los rabitos de la T, o la virgulilla de la Ñ de coño...? Obviamente, a una persona invidente la evaluará alguien que conozca y reconoca las circunstáncias de la invidencia.

¿Por qué no se hace lo mismo con una persona con dislexia? Quizá paguemos menos impuestos que el resto... Si la dislexia tiene unas circunstancias própias: las de la dislexia, es decir, esa Dificultad Específica de Aprendizaje (DEA), que nos dificulta la lectura, y la escritura, debería de evaluarnos una persona conocedora de esa DEA y no un capullo gilipollas que no sabe hacer la o con una "canutito", y que además se cree Dios. Y esto no lo digo en general para todos los profesores, que buenos los hay, y mucho; aunque si es cierto que los profesores somos un poco como Dios, y pensamos que "nuestra religión es la única religión verdadera".

De todos modos, y pese a los conocimientos actuales, la facilidad para comunicarnos y formarnos, hay profesores que siguen diciendo que no...

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