En lo que amí respecta, los profesores que hemos tenido de niños, han dejado un huella profunda, más profunda de lo que pudiera parecer.
No se trata sólo de recordar a D. Eliseo, que nos enseñó a sumar, o a D. Rafael, el muy hijo de puta, que con una vara de bambú se ensañaba con todos, especialmente con algunos compañeros menos "capaces" que los demás. Este profesor me producía un miedo terrible, y recuerdo los dolorosos retortijones, dolor de intestinos que se me pasaba automáticamente cuando volvía a casa. También recuerdo la sangre de Tomasete...
Bueno, D. Luís, de quinto... y luego en el Colegio Santiago Apostol, la magnífica Dña. Teresa, D. José Lecumberri, recuerdos que van más allá del mero recuerdo, es el inicio de la autonomía y el pensamiento exofamiliar, se trataba de hablar casi de igual a igual con algunos de ellos.
Dificultades muchas, de hecho, recuerdo a D. Lecumberri comentar con otro profesor las dificultades con las que cinco alumnos mostábamos en su asignatura de Francés. Y el aprobado por los pelos... Enseñanza General Básica. Por cierto este profesor tocaba el piano y se molestó en darme clases de repaso de Francés en su domicilio mientras su mujer en la cocina iva y venía.
De dislexia no recuerdo que se comentase nada pero me costaba mucho estudiar.
Hoy día, con mis hijos, surge algún comentario sobre sus profesores... Este es así y aquel es asá, fulano nos insulta o mengana es imbecil.
Yo conozco personalmente a algunos de los profesores de mis hijos y desde lugo he de reconocer que no tienen un mal criterio, y que se ajustan a una realidad, porsupuesto bajo sus perspectivas de alumno, ahora, que no muy descolocadas de las que puedo tener yo como adulto formado.
La figura del profesor tiene para la sociedad una importancia tremenda y una enorme responsabilidad. Pasan a través de sus manos los individuos que conformarán la sociedad futura, que no es poco.
Se trata de seres humanos preparados para una actividad difícil, la de educar, y en ocasiones no cuentan con todos los medios necesarios. Al tratarse de personas, como cualquier otras personas, no son infalibles y también estan sujetas a esos "zarandeos" de nuestras incapacidades para tal o cual cosa.
Finalmente están presos de una estructura mayor que no les permite muchas alas y tambien, sujetos a los problemas que todos tenemos. Me refiero a llegar a fin de mes, a cuestiones morales, políticas, económicas, como ya he comentado, laborales, y un largo etc.
Lo que si está claro es que manejan una materia prima muy, pero que muy especial, seres humanos y conocimiento.
viernes, 18 de enero de 2008
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