miércoles, 7 de julio de 2010

Sin título... mejor.

Creo que si, pues lo hubiese escrito en letras grandes, en rojo y con las palabras "hijos de puta" bien claras. ¡No tienen vergüenza!.

-Pero... ¿Manuel por qué tanto cabreo?.

-Quizá no sea para tanto pero he oido en televisión, o mejor dicho, me ha parecido entender que a los colegios concertados que tengan niños con necesidades educativas especiales se les va a dotar con más dinero...

- Hombre, es una buena noticia... ¿no?.

- Si, si no es que esté cabreado por donde meten el dinero, estoy cabreado porque jamás, digo, jamás he tenido una ayuda de nadie. Me he tenido que gastar lo que no está escrito en clases de apoyo, me he partido el alma explicando a profesores cómo actuar con la dislexia, he visitado a profesores, psicólogos, directores y un montón de titulados para no obtener nada a cambio, incluso me he entrevistado con el personal de Educación y ahora me encuentro con esto.

Tengo ganas de llorar de impotencia. ¿Qué tendrémos que hacer ahora, llevar a nuestros hijos a colegios concertados para que sean atendidos correctamente?. ¿Van a seguir engañándonos y diciéndonos que se ponen en marcha todos los mecanismos... etc. etc. etc.?.

-Bueno, tampoco el hecho de que doten con mayor cuantía va a garantizar que vayan ha acerlo mejor que en los colegios públicos...

-Esa es otra cuestión, se habla de dinero pero no se dice nada de garantías, de planes de ejecución, de preparación al profesorado, de dotación de medios, sean cules sean... vamos que mucha fachada para no cambiar nada.

Sobre la educación sucede como en el futbol, que todo el mundo... aunque la mitad sean unos "mindundis descerebrados", tiene derecho a opinar, y de hecho opinan, y tienen tanta fuerza "económica" como fuerza moral podemos tener los que estamos implicados, afectados o como vulgarmente se dice, en el ajo.

Siempre me gustó en el entorno de la Educación una política social, integradora y abierta, pero ignoro los "costes" de la política que hoy día se plantea desde los partidos políticos. Y donde tanta corrupción hay...

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